-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

30.8.11

Mi diversión favorita: Tetsuo Lumiere



Hay veces que meter palabras , como dice Mariluz por ahí abajo, es un sacrilegio.
Para ella y para todos los que se despersonalizan , un corto de Tetsuo Lumiere, actuado y dirigido por él mismo.

Voilá!

Despersonalización

El sol  arruga mi ánimo
los brotes de la primavera me inquietan.
¿Cuánto tiempo pasó desde la anterior?
¿Cómo detengo el tic tac
de los relojes que escucho
a pesar de haberlos escondido?

Debo asistir con mi máscara
-el mejor disfraz-
al desarrollo de la historia,
aún sin ganas,
quiero encerrarme,
evadir rutinas
tan necesarias como inútiles
para mi paso por esta vida.

Me detengo a mirar a los viejos:
la guadaña pendulante sobre sus cabezas
impávidos
serenos
brutalmente lentos y organizados.
No me consuelan.

Me detengo frente a vidas jóvenes
que estiran sus brazos rechonchos y blandos
hacia un color de alguna vitrina,
piel de ángeles sin miedo
sin estigmas o estandartes.
Sonrío,
pero no me consuelan.

Me detengo al ver el movimiento felino
el maullar
el gemido
la apertura de pupilas de los gatos del parque;
su precisión me encandila.
Pero no,
no me consuelan.

Hay algo en  mí,
algo que sólo cuando sueño
estoy a punto de entender,
es entonces cuando el tic tac me despierta
condenándome a seguir,
un día otro día
y uno más,
seguir como los viejos
los niños
los felinos,
astuta y quieta,
absurda,
sin preguntas,
para no caer en el abismo
de Mr Hyde
matando al Dr Jekyll.




27.8.11

Para ir

Este tema del flaco Spinetta, lo utilizábamos con mi hermana gemela para ir relajadas a la escuela. Sonaba en el combinado Grundig mientras nos vestíamos de uniforme. Colegio de monjas. Dictadura.
Hoy mi hijo me preguntó cómo se puede meditar. Me parece que voy a decirle, olvidá todo lo que te expliqué. Cerrá los ojos, respirá profundo y escuchá Para ir.


gracias a elsaCicuta43 de youtube

26.8.11

Julio Denis, más conocido como Julio Cortázar



En este homenaje a Cortázar, el día de su natalicio como dicen en la tele, su voz en un relato tan corto como bestial...

25.8.11

Joaquín Baldín, maestro de maestros

Hace poco más de dos años, escribí en el blog Ya no sé qué hacer conmigo, un post con el nombre de Joaquín, Balta y Kim.  Y para el que no tenga ganas de pinchar el link en gris, y enterarse del porqué de ese título, le cuento que Kim fue por Kim Itoh, bailarín butoh , Balta fue por mi vástago , y  Joaquín fue por  Baldín, el mimo y amigo al que  llamé para que dé clases a Balta, que empezaba ya con su rebeldía adolescente de no querer hablar con la que escribe.
Por eso, Joaquín , Balta y Kim, aunque parezca el título de una película, fue parte de nuestra vida, todos los martes, cuando Joaquín llegaba con su mochila, se cambiaba, y comenzaba la magia para mí , de verlos a través de la reja, desde la oscuridad del jardín, como se puede ver en las fotos pinchando en el enlace  de arriba.
Y aunque la magia no duró más que un par de meses, me sirvió para reforzar  la idea que me había hecho en el año 1989, cuando fuimos a filmar el piloto de un programa llamado Sólo para locos, dirigido por Eduardo Millewickz, y caímos una mañana de sol en el Hospital Neurospsiquiátrico Borda, veinte años antes de que Pedro Cuevas arme el Centro Cultural ahí mismo, decía entonces, reforcé la idea de que Joako era un excelente maestro.
Esa mañana de 1989 nuestra tarea era filmar a un personaje, maravilloso, que les daba Expresión Corporal a un grupo de internos del Hospital. Ahí conocí a este mimo, a quién tuve la suerte, este año, de ver en una obra llamada Beppo, que me emocionó hasta las lágrimas por su lírica, y que pronto según me enteré, va a volver a los escenarios porteños de Buenos Aires.
Me encantaría poder tener el material filmado en 1989, pero todo lo dejado en casa de mi padre cuando me iba a vivir a otro país, era "disfrutado" por algún miembro de mi familia, y movido de lugar, y para desgracia de Joako y mía, no lo puedo encontrar ni mostrar.
Hace diez días,  Joaquín Baldín regresó de Costa Rica, del Parque de la Libertad, lugar al que fue invitado para el Programa Formador de Formadores, asesorando al Cuerpo Docente de la Escuela de Danza, teatro y circo del Parque de la Libertad, y a algunos profesionales del medio costarricense, a quienes dictó el taller de Técnicas de teatro de Mimo y Clown.

Es un placer contarles sobre este maestro del mimo, humilde como buen grande y lleno de energía para seguir, cuando el viento es favorable y cuando no, cuando lo aplauden uno o cientos, cuando le enseña a un adolescente o a veinte profesionales del Parque de la Libertad, cuando habla  para un nota en un periódico o la tevé , o cuando grita codo a codo con el pueblo, en la calle.


Frente a gente así, me saco el sombrero y aplaudo bien fuerte, no siempre nos encontramos con militantes de la vida.


La foto es propiedad del diario el Atlántico de Mar del Plata.

22.8.11

La música de mi época

Cuántas veces ,los que pasamos los cuarenta, nos encontramos diciendo ese tan estúpido , en mi época... , como si nos pudiésemos adueñar de algo que fue compartido con millones de personas, pero nos sale sin querer, para referirnos a un pasado que recordamos o mucho mejor que nuestro presente, o mucho menos permisivo, lo cual nos hace sentir una especie de héroes a los ojos de nuestros interlocutores más jóvenes; ya sea porque nos aguantábamos palizas sin chistar, porque debíamos comer sin intervenir en las conversaciones adultas,  encontrar lugares secretos para fumar un cigarrillo, o simplemente porque soportamos una dictadura , esto es lo único que considero realmente el haberlas pasado negras y sentirme una especie de heroína habiendo sobrevivido a aquella época.
Pero estupideces a un lado, hoy me llegó un mail de un amigo, con una cajita musical , una vitrola, que nos pone música de nuestra época, del año en que nacimos o de cuando empezamos el jardín de infantes, de cuando egresamos del secundario, cuando nos dieron el primer beso, o nacieron nuestros hijos. Que sonaba en el mundo mundial, diría el Manolito Gafotas, cuando esto pasaba?
Me encantó esta especie de "contextualizador" musical organizado.
Para el que le interese, lo único que debe hacer es pinchar en el siguiente link http://upchucky.org/JukeCity/1963/OldJukes/player.htm  y cambiar el año que allí figura, en este caso el de 1963 , por el que el interesado desee. Entonces aparecerá la vitrola, con varios temas, se los puede escuchar todos con las flechitas para abajo, para arriba, es muy fácil, prueben y me cuentan.
Merci Philip! Aquí abajo por ejemplo una canción del año de mi nacimiento, actual, tristemente actual después de casi 50 años, la respuesta sigue flotando en el viento:


Bob Dylan, Blowing in the wind.

How many roads must a man walk down 
Before you call him a man? Yes, 'n' how many seas must a white dove sail Before she sleeps in the sand? Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly Before they're forever banned? The answer, my friend, is blowin' in the wind, The answer is blowin' in the wind. How many times must a man look up Before he can see the sky? Yes, 'n' how many ears must one man have Before he can hear people cry? Yes, 'n' how many deaths will it take till he knows That too many people have died? The answer, my friend, is blowin' in the wind, The answer is blowin' in the wind. How many years can a mountain exist Before it's washed to the sea? Yes, 'n' how many years can some people exist Before they're allowed to be free? Yes, 'n' how many times can a man turn his head, Pretending he just doesn't see? The answer, my friend, is blowin' in the wind, The answer is blowin' in the wind.- 


vid de vides

Hoy los invito a una muestra de dibujos, no es en Buenos Aires, ni siquiera es en Europa, aunque la isla sea española, es a cien km de la costa africana, en el archipiélago canario, en la isla de Lanzarote, una bella , bellísima isla, de 20 x 40 km, con paisajes únicos en el mundo, como el Parque nacional de Timanfaya o  La Geria, lugares que parecen haber sido soñados por un enamorado de la tierra y puestos ahí, en ese lugar tan extraño, a tres horas de vuelo de Madrid. Para quien no conoce y no se lo pueda creer, lo desafío a que pase por el blog Lanzarote y sus volcanes de José María Alfaro Roca y me diga después si no es un paisaje único el de la isla.

En fin, el que expone desde hoy allí, es un antiguo compañero de ruta , el padre de mi hijo: Valdi García. Desde el 22 de agosto hasta el 30 de septiembre en la Bodega Stratvs. Más info en su blog: valdigarcia.blogspot.com

Suerte y pulso!




21.8.11

Desde uno de los países más felices del mundo

Es raro no? Decir que hay un país más feliz en el mundo suena extraño. Pero es así, por lo menos para la gente que mide el HPI , happy planet index ( IPF índice de planeta feliz) , quienes declararon en 2008 que la República de Vanuatu era el país más feliz del mundo. Por su calidad de vida. No por su riqueza, ni por su éxito, ni nada, por su calidad de vida.
Y ayer me llegó un mail de Marina Rosenfeld, del Gipem,

una cantante para chicos de lo mejor que conocí, a quien durante mucho tiempo le perdí el rastro por no recordar su nombre, Balta ya se fue haciendo grande, y un día estando en Mar del Plata, buscando grupos musicales para armar un festival, apareció de repente, como suelen presentarse las cosas buenas, sin esperarlas, y allí estaba, con su traje de colores, sus canciones , su magia.
Se preguntarán qué tiene que ver Marina con la República de Vanuatu y su felicidad? ahí va, a no desesperar.
En el mail que me mandó ayer, me recomendaba ver un video de los habitantes de ese país, creo que son los melanesios, haciendo percusión en el agua.
Así que como hoy se festeja el día del niño aquí en Argentina, no les puedo hacer mejor homenaje, ni a ellos, ni a los niños que habitan a los lectores del blog, que este video hermoso, para continuar con ese estado de pureza y contento, que es tan difícil de mantener en los países más desarrollados.
Aquí, algo tan simple como chapotear en el agua.

19.8.11

Coraje para ser estúpida

 Deposito toda mi confianza en la intuición, que contribuye mucho más que el pensamiento racional. Es una recomendable aproximación. porque se necesita coraje para ser estúpido: es muy raro en estos días, cuando hay tanta gente inteligente que ha dejado de mirar porque se ha vuelto demasiado culta...Poesía y fotografía están muy cerca: ambas tocan la cosa exacta, el lado inconsciente de esa cosa.
Si ustedes creen que soy yo la que dice lo de aquí arriba están absolutamente equivocados y completamente ciertos. Robert Doisneau, el gran fotógrafo francés, del beso de la pareja al terminar la guerra, es el autor  de esta proclama, y yo,  una de sus abajo firmantes, digamos.

Vivir con el asombro del poeta o el fotógrafo, que salen a la vida sin piel, sin coraza, tan solo a ver, a escudriñar con su intuición, desde la mota de polvo que viaja distancias siderales tocando puntos del planeta a los que jamás nosotros llegaríamos si no fuese por nuestros sueños, hasta el pobre hombre de chaqueta mugrienta, vientre prominente, y bastón , que se nos acerca en la calle para decirnos algo que ningún adonis de  hoy, de esos que van con sus oídos tapados, como diría la Urondo, Odios tapados, como agregaría yo Oh-dios! tapados, pensando sólo en sí mismos, sin ver, sin querer ver, borrada la intuición, estrangulada la percepción, metidos en su propio abismo de soledad productiva, esos adonis que andan de acá para allá, pero que el camino, el medio entre el acá y el allá, lo más jugoso del viaje, se lo saltean sin prestar atención, hasta que un día se encuentran con alguien que les hace muecas , se quitan los auriculares, y descubren que alguien les pide la hora, pide permiso, o su documento, su boleto de viaje, algún signo de que están vivos, de que están en esta tierra, caminando junto a sus pares, sentados al lado de una vieja que soportó los campos de concentración y que vio morir a toda su familia, al lado de un boliviano que alguna vez fue dueño de casi toda la plata del mundo, y que no la tomó para sí mismo, sino que se dejó estaquear, violar , arrasar, y hoy trabaja en una empresa textil de algún empresario que lo esclaviza; sentados al lado de una chica de ojos azules, esperanzada en que su diminuto cuerpo le deje realizar ese paso de dos o de dios, y ser consagrada como una gran bailarina.
Todo eso, los adonis, los cuerpos sublimes de la juventud, bellos porque todavía no les llegó la hora de la decrepitud, creídos en su belleza, o completamente inconscientes de su escasa duración, andan por la vida, entre un acá y un allá, entre una cama y una universidad, entre una universidad y un trabajo, entre un trabajo y un bar, entre un bar y una cama, sin saber nada de esa calle donde viven cientos, donde miles de historias se cuentan, sólo si uno tiene el coraje para ser estúpido y se decide a usar su intuición, su mirada, su atención a lo que pasa a cada instante.

No sé por qué hoy me dio por este lado, será que ayer un pobre hombre, de vientre abultado, chaqueta sucia y bastón, se me acercó sin conocerme, me sonrió, y me recitó una poesía de algún poeta olvidado, que hablaba de una niña, quien con sus ojos verdes,  iluminaba  el  mundo.


18.8.11

Pequeño Vals por Lorca, Cohen, Morente y Mariluz

Conocidos son por todos, eso creo por lo menos, Federico García Lorca y Leonard Cohen, no así Mariluz, una compañera infatigable de mis últimos blogs, y comentarista en casi todos mis posteos.
Esta señora que apuntala mis días más negros con una palmada en el hombro, o la caricia de una palabra, o en mis ratos más alegres ríe conmigo y sirve un tinto con el que brindamos a la salud de la poesía y la vida, que se indigna frente a las injusticias de los corruptos, de los estafadores de la verdad, y que se proclama abiertamente defensora de la locura como signo de cordura, ha posteado ayer  uno de los más hermosos homenajes, que hacer se puedan al gran poeta granadino, asesinado hace ya 75 años.
Les copio el link a su homenaje para que puedan leerlo en español , escuchando el vals que me dejó temblando , con  la voz del bestial Leonard Cohen. Y también por el cantaor Morente, que tampoco conocía, y que gracias a una lectora del blog de Mariluz me he dado el gusto de buscar y encontrar.
Pinchando aquí está Mariluz G.H.
Abajo el Federico por el Leonardo y el Morente...



14.8.11

Ensalada macho

Hoy cuando vine de votar, traje pan artesanal caliente. Sabía que a los adolescentes que pululaban por la casa anoche , llenando la madrugada de portazos y risas, música y cotilleos, lo devorarían como lo que es, pan caliente. Una de las cosas más simples y universalmente reconocidas como deliciosas.
Así como Ferrán Adriá, célebre por revolucionar la cocina española con su restaurante El Bulli, decía en un reportaje hace bastantes años que para él, no había nada más rico que un buen huevo frito, así digo yo, que el pan caliente al despertar un domingo, y mucho mejor si te lo llevan hasta tu propia cama, te puede cambiar el sentido de la vida. O por lo menos del día.
Así pues, que decidí alegrarles la magullada existencia a los adolescentes que dormían como sardinas sobre colchones tirados en el piso, ponerles un poco de rock`n roll a todo trapo, y despertarlos con el manjar.
Pero hete aquí, que la vida te da sorpresas, y cuando llegué con mi pan artesanal echando vaporcito a través de la bolsa, me encuentro con el dormitorio donde antes yacían ocho, cinco chicas y tres muchachos, vacío.
Me dirijo a la otra punta de la casa, hacia la mejor guarida de ellos cuando no están roncando, y allí me encuentro con este panorama:


Tres pares de ojos varoniles mirándome, en una tríada perfecta de colores primarios, el rojo el amarillo y el azul. Su postura me causó tanta gracia, tan serios ellos, que los retraté de inmediato. Porque a estos varones con cara de malos, les faltaban las doncellas. Las cinco se habían ido, dejándolos así, en esa armónica conjunción para una paleta de pintor pero no para iniciar un domingo.
Mientras bajaba la foto al ordenador, recordé cuando hace más de veinte años, había muerto mi madre y para quitarme la pena, me fui a lo de unos parientes que tienen campos en el medio de la Argentina, en un pueblito de no más de ocho manzanas por aquel entonces, en el que se divertían mucho, con cosas muy simples, tan simples como el pan caliente del domingo.
La primera noche, después de haberme comido unas tajadas de jamón crudo hecho por ellos mismos en alguna de las carneadas del año, con un vermouth que me aflojó las rodillas y bajo una parra que llenaba el patio y la vida misma de un sentimiento de  bienestar, me sentaron al lado de una parienta, una prima de mi padre, eslovena ella, de la cual nunca supe muy bien por qué era tan alta y deforme, muy parecida a Olivia de Popeye, muy divertida la tipa, con un corazón inflamado de simpleza y humor, generosidad y alegría.
Ni bien me siento a su lado me ofrece ensalada y me dice: No querés ensalada macho? La miro y le contesto negándome con la cabeza llena de vapores etílicos y una sonrisa que no me podía despegar de la cara.  Ella no dice nada y coloca la ensaladera nuevamente sobre la mesa. Pero mi lentitud para contestar no era la misma que mi presteza para preguntar, sin ningún tipo de vergüenza y pronunciando las p como si fueran b: Bero bor gué se shuama masho? A lo que me respondió con una picardía más criolla que eslovena: y porque tiene huevo!
Y no sé por qué, pero al acordarme de esa anécdota , a esta tríada de hoy, con los tres pares de ojos mirándome tan serios, le hubiese puesto el mismo nombre que a la ensalada.
El pan les cambió un poco los ánimos, claro. A falta de tortas , buenos son los panes, digamos.

13.8.11

Κρίστη Στασινοπούλου aeolos a ella



aeolosellosgreciagriegosmadrematriajulia

ella se levanta cada mañana
su madre
presencia y ausencia
dolor de no terminar
limbo de muerte que no llega

entra al auto
pone primera
mira hacia atrás
las sirenas no aúllan
todo está tranquilo en este mundo
ojalá lo hubiera estado antes
cuando su madre caminaba del brazo
entre los escombros de la guerra
la patria arrasada
sus amigos fusilados bajo su mirada
violaciones y cárceles

grecia prisión y barco
amor para más tarde
amor de padre que no quedó
hijos limpieza y gritos

ella llega al hospital
entra por la puerta de atrás
ya lo sabe
no hay guardias ni nadie pregunta
saluda y toma el ascensor
pasa la parte nueva
su madre está en la vieja
ahí morirá uno de estos días
cuando escuche una vez más
los labios de ella
todo lo que debías pagar
en esta vida
ya lo pagaste
nadie te persigue ya
nadie te busca
sólo el amor para llevarte
a un lugar más digno que tu vida



12.8.11

Gilda, Anne Sexton, Ataque 77 y los zapatos rojos



Hoy empezó ayer
recordando un nombre
y anotándolo rápida en el cuaderno
Sexton.


Después la lluvia
la negrura de Tarkovskiana
no me dejó buscar era una infante de ventana en ventana
fotos y películas
la lluvia 
bendición para mí animo
pero mi felicidad se acabó en un atardecer como todos
yo sólo gozo cuando no hay sol
y la oscuridad bordea a todos
nos cubre como el poderoso presagio
a una condena natural
una tormenta brutal y monstruosa
que lave lleve 
lave y lleve.


La cama y sus secretos 
me protegieron como siempre que no llego a la vida
la vida se me escapa
pero alcancé sí 
en el sueño de una tarde 
un pueblo blanco volviéndose nocturno
me escucho cantar mientras bajo de un tranvía 
en busca del amor de migajas
el de verdad lo perdí y lo sé también en el sueño
pero estoy contenta cantando como una punk
el tema de Gilda 
la que murió joven como Anne
murió bella como Anne
pero sin psiquiatras ni electroshocks.




Puedo arrancarme de tu piel
de tu mirada, de tu ser
yo siento que la vida se nos va
y que el día de hoy no volverá.


Y así como voy cantando a grito pelado
hundiéndome en la colina de unos golfistas de Escocia
rumbo al amor de migajas
así 
escucho a unos vagos cantar detrás de mi
cantar la misma canción
sólo que ellos rozan los veinte
sólo que ellos se meten en la villa del Bajo Flores
para pegar un poco de algo con que divertirse esta noche.


La coincidencia inexplicable
nos lleva en direcciones opuestas
los conozco a todos
ellos sí salieron del psiquiátrico 
no como Gilda
sino como Anne Sexton.


Pero la noche y su primavera me chupa para el campo de golf
bajo y subo paredones de piedras celtas
sé que el amor está detrás de las casas 
las que se desdibujan bajo el aire tibio 
en una sagrada estación 
la de los amantes.


Bajo los faroles franceses
sé que la absenta espera en la mesa dispuesta
sé que pronto la canción de Gilda 
dejará de salir de mi boca a grito pelado
para contonearse en el dejo de mi memoria
mientras acepto el amor de migajas
tarareando una melodía casi inaudible.




Griselda García en Zapatos rojos, escribe sobre Anne Sexton: (1928-1974) 
Anne Gray Harvey nació en Massachusetts en 1928. Se casó con Alfred Muller Sexton a los 19 años. Un año después de nacida su primera hija le diagnosticaron depresión post-parto, sufriendo su primer crisis mental e ingresando a un hospital neuropsiquiátrico. Regresaría allí varias veces, sobre todo luego de sus intentos de suicidio, que se agudizaron luego del nacimiento de sus segunda hija. Fue su médico quien la apoyó para que desarrollara el interés en la poesía que había mostrado en la escuela secundaria. En el otoño de 1957 se inscribió en un taller de poesía en donde conocería a Sylvia Plath. Unidas en una relación con matices que lindaban entre la identificación mutua y la rivalidad poética, fueron influencias la una para la otra, llegando a competir en las clases por quien escribía el mejor poema. En 1974, a pesar de su éxito como escritora -había ganado el Premio Pulitzer de poesía por su libro Live or Die- perdió su batalla contra la enfermedad mental. Luego de almorzar con su mejor amiga, Sexton fue hasta el garage, encendió el motor de su auto y se suicidó con el monóxido de carbono. Como Robert Lowell, Sylvia Plath, W. D. Snodgrass y otros llamados "poetas confesionales", Sexton ofrece al lector una mirada íntima de la angustia emocional que caracterizó su vida. Hizo de la experiencia de ser mujer un tópico central en su poesía y a pesar de soportar críticas por hablar de temas como la menstruación, el aborto y la adicción a las drogas, es evidente que su talento como poeta trascendió cualquier controversia.
Griselda García

Griselda García traduce uno de los más bellos poemas de Anne Sexton.

Wanting to die

Since you ask, most days I cannot remember
I walk in my clothing, unmarked by that voyage.
Then the almost unnameable lust returns.
Even then I have nothing against life.
I know well the grass blades you mention,
the furniture you have placed under the sun.
But suicides have a special language.
Like carpenters they want to know which tools.
They never ask why build.
Twice I have so simply declared myself,
have possessed the enemy eaten the enemy,
have taken on his craft, his magic.
In this way, heavy and thoughtful,
warmer than oil or water,
I have rested, drooling at the mouth-hole.
I did not think of my body at needle point.
Even the cornea and the leftover urine were gone.
Suicides have already betrayed the body.
Still-born, they don't always die,
but dazzled, they can't forget a drug so sweet
that even children would look on an smile.
To thrust all that life under your tongue!
that, all by itself, becomes a passion.
Death's a sad bone; bruised, you´d say,
and yet she waits for me, year after year,
to so delicately undo an old wound,
to empty my breath from its bad prison.
Balanced there, suicides sometimes meet,
raging at the fruit, a pumped-up moon,
leaving the bread they mistook for a kiss,
leaving the page of the book carelessly open,
something unsaid, the phone off the hook
and the love, whatever it was, an infection.

Deseando morir
Ahora que lo preguntas, la mayor parte de los días no puedo recordar.
Camino vestida, sin marcas de ese viaje.
Luego la casi innombrable lascivia regresa.
Ni siquiera entonces tengo nada contra la vida.
Conozco bien las hojas de hierba que mencionas,
los muebles que has puesto al sol.
Pero los suicidas poseen un lenguaje especial.
Al igual que carpinteros, quieren saber con qué herramientas.
Nunca preguntan por qué construir.
En dos ocasiones me he expresado con tanta sencillez,
he poseído al enemigo, comido al enemigo,
he aceptado su destreza, su magia.
De este modo, grave y pensativa,
más tibia que el aceite o el agua,
he descansado, babeando por el agujero de mi boca.
No se me ocurrió exponer mi cuerpo a la aguja.
Hasta la córnea y la orina sobrante se perdieron.
Los suicidas ya han traicionado el cuerpo.
Nacidos sin vida, no siempre mueren,
pero deslumbrados, no pueden olvidar una droga tan dulce
que hasta los niños mirarían con una sonrisa.
¡Empujar toda esa vida bajo tu lengua!
que, por sí misma, se convierte en pasión.
La muerte es un hueso triste, lleno de golpes, dirías,
y a pesar de todo ella me espera, año tras año,
para reparar delicadamente una vieja herida,
para liberar mi aliento de su dañina prisión.
Balanceándose allí, a veces se encuentran los suicidas,
rabiosos ante el fruto,  una luna inflada,
Dejando el pan que confundieron con un beso
Dejando la pagina del libro abierto descuidadamente
Algo sin decir, el teléfono descolgado
Y el amor, cualquiera que haya sido, una infección.

11.8.11

Océanos de basura



Ayer y anteayer, me encontré sin buscarlo, frente a frente con el tema de los basureros oceánicos.
Conocía sobre el tema, pero verlo en dos documentales , de forma casual, durante dos noche seguidas, fue realmente doloroso, nauseabundo, y por supuesto desesperante, en el sentido de que no hay acción ya que pueda llevarnos a un estadío anterior, lo que contaminamos lo hicimos ya, y aunque hoy mismo todos los productores de plástico, y los consumidores  del mismo, decidan no usarlo más, cosa por demás utópica, el hecho es que ya hemos dañado irreversiblemente nuestros océanos y con ello nuestro planeta.
Un sólo dato me dio la pauta de la brutalidad de  las cifras que se manejan.
En estos últimos 10 años se produjeron tantas toneladas de plástico como desde  su creación en 1950. Todo esto, va a parar, tarde o temprano, a los océanos.

He visto medusas , bellísimas medusas atrapadas en redes plásticos , lobos marinos pequeños con lazos de plástico al cuello ahorcándolos lentamente, plancton enredado en hilachas de bolsas de basura.
Los océanos del mundo, a la distancia y a la profundidad que se desee, contaminados por partículas de plástico descompuesto, medidas ya en micrones, o sea, imposibles de ver, pero con sustancias en ellas como para degenerar no sólo la población marina, sino la población humana por consumir agua en botellas de plástico sobre todo en el embarazo y la infancia.
He visto los basureros chinos, malasios, hindúes, con sus jóvenes rompiendo a mazazos los cartuchos de tinta de impresoras, sus pechos negros, sus pulmones con el reloj de descuento de vida, limpiando el trasero de los países "limpios" como  Alemania, Francia, Estados Unidos, quienes dejan contenedores y contenedores de barcos en ciudades que ni siquiera se pueden llamar villas miseria, como les diríamos en esta parte del mundo, son ciudades cuyos habitantes se dedican a buscar el metal , oro, estaño, sobre todo, entre los restos de computadoras en desuso. Lo que obtienen, les alcanza para no morir de hambre, pero mueren jóvenes y sus hijos mueren contaminados sin llegar a la adultez, como en pleno Medioevo.
Frente a semejante alarma, silenciada por gobiernos y políticos, me pregunto si hay tema más importante que el de proteger el planeta donde nosotros no, pero nuestros hijos y nietos, tendrán que batallar cada uno de sus días.
Recordaba el Océano Atlántico, cuando yo era chica, el tragar su agua con aquel gusto que picaba, y mis padres diciéndome: No es nada, te hace bien, te limpia! Recordaba a mi abuela, quien en la vieja Europa y durante la primera guerra mundial se contagió la tifus, diciéndonos siempre: Chicas deben ir al mar!  A mí todas las mañanas me llevaban a orillas del mar, y me dejaban ahí un rato largo, durante un año hicieron eso, y el mar me curó la tifus.
Y así, ejemplos que desfilaban pensando en un tiempo irrecuperable, pero vivido, que mi hijo ya no podrá vivir, sus hijos menos aún. Me imaginaba un vallado con cintas rojas y blancas y carteles que digan Peligro o Danger! clavados en la arena, alrededor de los mares. Y la costumbre humana. La maldición de Darwin con su célebre frase sobre el humano como animal de costumbre. Me imaginaba llevando a mis nietos a pasear por alguna isla del Egeo, diciéndoles, mirad críos, eso que está ahí, antes era transparente y azul, tanto que nos zambullíamos y jugábamos con mis hermanos, a ver quien duraba más con los ojos abiertos y sin respirar. Y escucho sus vocecitas respondiéndome incrédulos, No es verdad abuela! Nos estas mintiendo! y me vuelvo a escuchar a mí diciéndoles, No, pequeños, sólo les hablo de algo que viví en los años sesenta. Mil novecientos sesenta. Y que no supimos defender para ustedes. Ahí está. El mar de basura.

El video es del tema "el secreto de las rocas" por Kristi Stassinopulou

10.8.11

Lejos de mi sueño



A mí me queda lejos lejos
como el título de este libro
quizá no tanto después de leerlo
pero a los que anden cerca 
de las tierras alicantinas
les digo que no se lo pierdan
les digo 
el que quiera tomar mi alma prestada
la mete en su cuerpo
y participa por mí
una invitación de Aitana Carrasco
es lo más mágico que se puede pedir
aquí va:

Damas y caballeros:

les informamos que el próximo mes de septiembre tendrá lugar en Altea (Alicante) el taller de invención de álbumes ilustrados KANZUME:SEMBRAR MUNDOS PARA INVENTAR LIBROSSe trata de un encierro al aire libre, de intenso trabajo y vacaciones, de aislamiento en compañía y de otro sinfín de contradicciones que no tendrán ustedes más remedio que explorar si sienten la inexplicable curiosidad de seguir al Conejo Blanco a través de esta abrupta madriguera.

En semejante viaje, nuestro guía será, ni más ni menos, que el Gran Conejo Blanco, Socio Fundador, Presidente, Vicepresidente, Cosejero Delegado, Vocal y Bedel del Instituto de Investigaciones Escénicas Javier Sáez Castán, quien nos guiará e iluminará con su decálogo de 11 charlas sobre invéntica, orden, construcción, imágenes, técnicas, toboganes y etcéteras. Así mismo, nos animará a crear las condiciones óptimas para la invención.

Es para mí un honor haber sido elegida por unanimidad la Artista Enlatada del Kanzume, donde desarrollaré la ponencia: El emakimono: ¿un antepasado del Ipad?.

No deberán traer ustedes más equipaje que sus sueños.

Toda la información necesaria la encontrarán a lo largo de los boletines  que están en su blog, aquí al lado, donde dice Aitaneta...(no olviden llegar hasta el último, donde entran en escena las Famosas Rebajas de Verano)

La imagen de arriba pertenece al bellísimo cuento ilustrado por ella y escrito por Pablo Albo. Un libro que habla sobre la muerte y la vida, pero sin nombrarlas.


8.8.11

De cómo descubrí el por qué dejé de pintar

Creo que entre ayer y hoy batí el récord de permanencia en la cama. No fue casual haber leído el artículo sobre la mujer que cruzó el océano a la mañana. Ese artículo me motivó a hacer lo que hice. Quería descubrir cómo era el estar sola.
Muchos dirán, qué tipa miedosa. En vez de subirse a un barco, se mete en una cama. A esa gente le contesto que sí, por qué no, soy miedosa. Pero no fue por miedo que hice lo de ayer. Fue desespero. Podría alegar falta de fondos también, como ella, que decía que no le alcanzaba para comprarse un barco como la gente para cruzar el Atlántico,su presupuesto le alcanzaba para uno de plástico, del que todo el mundo desconfiaba, por su fragilidad y su pequeñez. Pero no voy a hacer hincapié en mi situación económica, porque me viene más desespero, sólo voy a decir que si hubiera tenido fondos para comprarme el barquito de plástico, no sé si lo habría hecho. Por lo tanto, lo que se me ocurrió fue aislarme en la cama, hundirme en el barco donde fui concebida, con la bendición de mis  finados viejitos  en la cabecera , como ya conté en un post anterior, e imaginándome que las luces de la calle que se filtraban a través de las persianas bajas y que se movían según pasaban los coches haciendo unos dibujos en las paredes de la habitación, imaginaba que las luces eran de otro barcos, o de boyas, o delfines, no sé. A cada luz le asignaba una cualidad. Dependiendo de la rapidez con que se desplazaba, o el grosor de su haz.
La cosa es que así planteado parece bobería, pero si uno se concentra en la situación se puede llegar a sentir agobio, y es ahí, cuando uno se enfrenta a sí mismo. Ahí cuando se le cruza toda la vida, de adelante para atrás y de atrás para adelante, hay tiempo para eso, y como decía la mujer del artículo, la mente es nuestro peor enemigo. No sólo he pasado por situaciones que jamás he querido volver a vivir, sino que me he dado cuenta de algunas cuestiones que las tenía sin resolver. Les cuento la más sencilla, para que se den una idea de hasta dónde uno puede llegar a escudriñar a solas su inconsciente.
Pensé en un momento sobre mi decisión de no pintar más que tomé ya hace un par de años, y que siempre , cuando me lo planteaba, me respondía lo mismo: tengo ganas de probar otras cosas, y no tengo tanto tiempo para dedicarle a todo.
La literatura, el cine, hasta la música, o mejor dicho el violín, se me hacen más apetecibles que lo que dominé durante años, como mi profesión más que exitosa, la pintura. El precio a pagar es alto, empezar de abajo a los cuarenta y seis no es nada fácil. Pero mejor tarde que nunca. Y así, con ese pensamiento, remataba cualquier comentario acerca de mi decisión de no pintar más.Comentario ajeno o propio.
Lo que descubrí ayer, es el por qué del momento, por qué no antes, por qué no después, y me apareció la respuesta como bordada en hilos de oro, o fuego, en el medio de la oscuridad de la alcoba.
El pintar para mí fue hacerlo a la manera que  pintaban los expresionistas abstractos, mi rechazo absoluto a lo que yo veía del mundo, la disconformidad con el rumbo de las cosas, el dolor de las situaciones vividas plasmadas en un pedazo de papel o tela, con los colores más o menos organizados, con los trazos más o menos briosos, esa era mi pintura. Después, que muchos hayan visto en ellas alegría, era para mí una alquimia que sólo pude producir el arte, yo pinto con dolor, y el que compra  la pintura siente ganas de vivir, ánimo para sonreír, gozo. Fantástico. Jamás , a no ser por los nombres de las series, jamás le dije a nadie que estaba mal lo que sentía mirando una obra mía. Sólo me reía mucho cuando el Deutsche Bank compró una obra de la serie Ahuyentando al Mono, por ejemplo, o los Anteojos de mamá, que eran los anteojos de mi madre muerta al llegar del entierro y verlos inútiles, ya , sobre la mesa.
En fin, que siempre me encantó ver esa transformación como dije antes, alquímica, que producía el otro, en mi pintura. Pero, y siempre hay un pero , dirán algunos, hace un par de años quise dejar de representar mis sentimientos a través de la pintura como si dejando de usar ese vehículo de expresión, cerrara una etapa de mi vida que no quería seguir viviendo. No que estaba arrepentida de haber vivido, para nada. Sólo que no quería más ese tipo de vida. Quería ser otra Diana, otra madre, otra mujer, otra amiga, hermana. Quería transformarme como las serpientes , en otra persona, dejar mi piel, mi casa ya la había dejado, mi amor se me había acabado, mi hijo había crecido, mis padres habían muerto, mis amigos me daban la espalda, en fin, sin entenderlo en ese momento, sino ayer, o sea dos años después, y meciéndome en la cama que me condenó a esta vida, como si fuera un barco en la negrura más profunda del abismo oceánico, descubrí, por qué mi rechazo a pintar una vez más.


No sé a quién le interesará mi experiencia, pero como cuando pintaba, a través de la palabra acumulada, yo existo y evidentemente, soy otra. No sé si la que quería ser, pero seguro seguro, nunca más la que fui.

7.8.11

Domingo



En este barrio en el que vivimos no se nota mucho que es domingo. No existe la calma de los pueblos. La extraño.
Intento fabricarme un domingo puertas adentro. Fracaso.
Miro por la ventana. El supermercado chino está abierto. Pienso que hay cosas por comprar. No tengo el coraje para obviarlas. No tengo excusas.
Salgo, y el vecino, al quien después de tres años recién conozco, está lavando su moto en la vereda. Me quedo mirando el agua que desparrama sobre la puerta de mi casa. No levanta la vista. Lo miro, quieta. Me mira. Sonrío. Él no, sigue cabeza gacha lavando su rueda delantera. Después le diré algo, pienso.
Volver rápido a casa es la consigna. Que no se malogre mi domingo.
Leí un artículo sobre una mujer de 66 años que cruzó sola el Atlántico. Ella desarrolló la paciencia frente a olas de cuatro metros. Si ella pudo con las bestias, yo también. Paciencia.
Los chinos me entristecen. Casi dejaron de serlo. Desde que llegaron al barrio cada vez son menos chinos. Más argentinos. 
Adelante, en la cola para pagar, está la mujer del diariero. El gallego le decimos. Paga rápido mientras la observo. También para ella pasaron los años. Está en esa edad que ya no le importa cómo va vestida. Le miro la espalda, curva. La papada, cuelga. En su bolsa tiene un queso mendicrim light. Pienso en el colesterol. La mujer del gallego debe tener colesterol . O está en la moda light. Laif, dice mi tía. Me encanta cuando mi tía dice laif. No tengo ganas de corregirla ni contradecirla. Es una mezcla lo que ella quiere expresar. La entiendo. Vida laif.
Compro naranjas de jugo y sé que la chica, que no es china, (me pregunto por qué nunca hay chinos verduleros ni carniceros), se aleja a buscar cambio. Tiene un trasero grande y no lo disimula. El jean se lo marca bien y tiene un bordado: This is for you. Pienso en su novio. Si es que lo tiene. Si es que le gustará ver esa frase bordada en el trasero de su chica. Por lo menos viene con el cambio y sonríe. No como el otro peregil, el de la moto, que no saluda, ni hace una mueca siquiera.
Cruzo cargada, los autos estacionados, llego a tiempo para alcanzar el otro lado del Atlántico entre los buques estacionados. Mis piernas son mi barco. Cada vez más cerca escucho la sirena de una ambulancia. 
Llego al otro lado, miro para atrás, quiero ver si conozco la empresa de ambulancias. Vital. Buen nombre. Pienso en un infarto de domingo. Cómo se complicaría todo. 
Busco al pibe de la moto para decirle algo. Ya no está. Subo y entro. La gata me mira como desconociéndome.
Intento continuar con mi domingo.Coloco las naranjas una a una en la fuente blanca. Las bananas al lado. Los colores brillan. Qué lindo que es pintar con frutas.  Las flores amarillas todavía duran. Pongo el agua para el mate y miro el calendario. Domingo. Hace tanto que no salgo. Cada vez me dan menos ganas. Me estaré volviendo como la mujer del diariero?


6.8.11

Deseo

El sol entra pronunciando las agudas sombras de los muebles sobre el piso, el olor a primavera ya se huele, las flores amarillas en el vaso  se abren cada día más. 
Sólo falta que los golpes de tu corazón sean continuos, sólo, que el aire te deje respirar.

(el dibujo es un retrato de Balta, cuando era pequeño, hecho por su padre Valdi García )

5.8.11

Sonidos


Desayuno con los chamanes.
Escucho los mismos sonidos que durante el último tiempo con mi padre.
El segundero del reloj de la cocina en su implacable avance,
la chuchara revolviendo infinitas vueltas contra la taza gruesa,
el chasquido ínfimo de las páginas del diario,
y las mandíbulas masticando con dificultad y esmero.
Esto es  casi, la felicidad.

4.8.11

En esta casa, el tiempo



En esta casa existe un ritmo que no se puede contrariar. El despertar duele cuando uno intenta moverse rápido como un halcón.
Hay que emular a los gatos y hacerle creer al tiempo que uno no tiene prisa.
Por ejemplo: el agua sale sólo después de haber encendido el calefón y constatar que la presión es suficiente como para ducharse, lo que supone un ida y vuelta al baño varias veces hasta lograr el punto deseado de la temperatura.
Si el agua, que está viva! eso se los puedo asegurar, si el agua no quiere, no sale por la ducha. Entonces se debe intentar con la canilla de abajo, ida y vuelta al calefón, controlar la temperatura  y si el agua quiere, que está viva! lo aseguro una vez más, si el agua quiere, sale en un chorro más o menos abundante como para sentarse en la bañera mientras el chorro le acaricia a uno la espalda, y hablo de caricia porque el agua es como una madre en esta casa, si se le tiene paciencia, ella, por más vieja que sea, nos acaricia y lava.
Después viene el asunto de las persianas, a las que no se puede urgir si uno quiere que la luz del sol embriague los cuartos, las persianas son ancianas mujeres de setenta años, sólidas y nobles, pero requieren cierto tiempo para ser subidas sin ser molestadas.
Si alguien osa apurarlas, se fastidian, y quedan a mitad de camino, o se salen de su eje.
Entonces la prisa que uno les metió en su acción se vuelve en contra, pues hay que tomarse el tiempo de buscar algún destornillador y lentamente sacar el taparollo subiéndose a un banquillo escalera. Recién entonces con los tornillos en una mano, destrabar la madera y quitarla, acomodar a la persiana-dama en su eje, y desandar lo andado.
Con el sol entrando a pleno, se ve por fin a la gata, a la que antes sólo se escuchaba,
porque la gata es dorada como el sol, cuesta verla si no le da la luz de la mañana.
Ella, como todos, quiere comer, pero está tan acostumbrada a la casa, que no prueba bocado hasta que no se le dedican un par de minutos a acariciar su escondido cuello, su pequeña cabeza o su gran panza. Recién entonces es cuando se pone a batir sus mandíbulas, dejándole a uno libre para otras tareas.
Si hasta ese entonces no ha aparecido la chamana de la casa, la tía de pelos largos y blancos recogidos en un rodete, dedos curvos e hinchados por la humedad y sonrisa de niña de posguerra, entonces las plantas comienzan su aleteo, imperceptible para los que no habitaron nunca este sitio, pero potente y hasta molesto para los que sí. Ellas también son sabias y están regidas por la pachamama aunque vivan en macetas. Cada  una tiene su historia. Y con la sapiencia que llevan en su savia, saben esperar su turno para recibir su alimento, antes de que la chamana aparezca o después de que se haya ido. El agua que más les gusta no es el agua que sale de la canilla, no, su agua es la que reposa durante la noche al sereno, y decanta escuchando el ruido de la ciudad apagándose, los cuchicheos de los amantes del pasaje, el chirrido de las ruedas de los carros cartoneros. Ese agua es la que más les gusta. Por eso agradecen con su verde brillante y sus pequeños brotes que uno se las consiga, pero para eso es necesario el uso del tiempo.
Después viene el mate, el desayuno de cada día, los diarios digitales comparados y contrastados sus titulares, las cartas de los amigos o enemigos, la primera escritura del día, sin correcciones para drenar el alma.
Recién entonces ,se podría decir, que uno está preparado para la batalla del afuera. Pero eso demandaría otro tiempo más para contarlo, y ya es el mediodía pasado. Pronto se despertará el más pequeño de la casa, y llenará los silencios con los acordes de su acordeón recién estrenado. Y sin decirlo, reclamará comida abriendo una y otra vez la heladera, y se encontrará que no hay nada en ella, porque no he salido de compras, estuve librando la primera batalla del día, la del ritmo interno de las cosas sabias.
No encuentro otra forma de vivir en esta casa. Cualquier consejo es bienvenido. Eso sí, háganlo con tiempo.

2.8.11

Calacas

Por qué ese símbolo ahí, justo ahí? Sabés lo que significa?
Claro que sé, por qué?
Porque no me gusta que pintes calaveras.
Por? La muerte no es mala para los mexicas.
Ya lo sé.
Y entonces, por qué no te gusta?
No sé. Es lo mismo que un tatuaje. Con calaveras.
No es una calavera, es una calaca.
Bueno calaca.
Mirá voy a llenar toda la habitación de calacas. Además me gusta la palabra: calaca, tiene ritmo. Decilo.
Calaca.
Decilo con ganas.
Calaca.
Bien, ves?  Tiene una cosa, rítmica, buena calaca calaca...cómo la terminarías a esa?
A ésta? La de la cabecera?
Sí. A esa.
Con flores.
Dale a ver.
Dame un lápiz.

Y sonrió. Yo también. Le terminé toda la calaca sobre su cabecera. Le dibujé flores en los ojos. Corazones. Más flores. Estrellas. Lágrimas. Más flores. A qué le tenía miedo yo? No lo sé. Quizá a ese corazón detenido por momentos. A jugar con fuego. A recordar más todavía el asunto de la muerte.

No es mala la muerte, ma.
Pero ya lo sé, si yo te lo enseñé, qué me venís a contar ahora?
No sé, digo, te veo rara.
Estoy preocupada, no rara.
No podés estar preocupada por algo que siento yo.
Quién te dijo que no. Cómo se nota que no tenés hijos.
Bueno, digo, está bien que te preocupes, pero no vas a solucionar nada.
Ya sé.
Y bueno.

Sonó el timbre. Puse la pava al fuego. Preparé el mate. Miré el brillo de la pava. Mi reflejo deformado bajo la luz del spar. Una calaca rubia. Con anteojos. Comencé a alejarme y a acercarme hasta que la pava comenzó a silbar.
Oía sus risas y la música. La dentadura de varias calaveras mexicas me bailoteaban alrededor. La gata restregaba su morro contra mis talones. Encendí un cigarro y eché el humo. Las volutas parecían los dibujos entre las flores. Esos que hacía un momento, le causaron gracia.

Como las uvas viste?
Ah, pensé que no tenías más ganas de dibujar, sonrió.
No. Son como los rulitos de las vides.
Tá bueno, dijo con brillo en los ojos.

No sé si está bueno fumar. No sé si está bueno vivir. Morir. Dibujarle una calaca en la cabecera de la cama de tu hijo. No lo sé. Es inevitable, me había dicho mi hermano a la tarde. No te pongas mal. Ya lo sé. La inevitabilidad la conozco. Por eso me dejo estar. Por eso paso horas en la cama mirando el techo. Por eso mi mente divaga sin parar cuando todo está quieto. Y veo el sol ponerse y el sol salir. La lluvia caer y sonar. El viento ulular. El frío. Cuántos indignados se habrán juntado hoy en España. Cuál será la transa de Obama para no declararse en default . Quién estará llegando hoy a Ezeiza y a qué hora se tomará el avión mi hermano mañana. Quién se besará por primera vez y quién ofrecerá muriendo el corazón para el transplante. Cuándo tendré fuerza para caminar sin miedo hacia donde quiero ir.
Miro el cuadro que tengo en la cabecera de mi cama. El rostro de mi madre muerta , pintado por mí, para la muerte de mi viejo. Calaca sobre calaca.
Me río.